Recuadro 1: Evaluación de la capacidad de pronóstico de las expectativas de inflación en Colombia - Reporte de Mercados Financieros, cuarto trimestre de 2024
La principal función de estos documentos es suministrar información trimestral sobre los mercados financieros. Las opiniones y posibles errores son responsabilidad exclusiva del autor y sus contenidos no comprometen la Junta Directiva del Banco de la República.
Las expectativas de inflación son un factor clave en la toma de decisiones de política monetaria. En primer lugar, como insumos importantes para la fijación de precios y salarios, brindan una estimación sobre la dirección futura de la inflación. En segundo lugar, permiten evaluar la credibilidad del objetivo de inflación establecido por el banco central (Sousa & Yetman, 2016). No obstante, los bancos centrales no cuentan con una única variable para medir dichas expectativas, sino con un conjunto amplio de indicadores cuya selección depende de diversas características, como la fuente (por ejemplo, encuestas o datos de mercado), el tipo de agente (analistas económicos, académicos, operadores del mercado, etc.), el tipo de inflación considerado (inflación total o excluyendo alimentos, por ejemplo) y el horizonte temporal (que puede ir desde menos de un mes hasta más de diez años).
El Banco de la República dispone de una batería amplia de medidas de expectativas de inflación, y una de las principales inquietudes asociadas a estas medidas radica en su capacidad de pronóstico. En años recientes, específicamente en 2018, 2019 y 2021, el Banco publicó estudios dirigidos a responder esta pregunta. No obstante, han transcurrido casi cuatro años desde el último análisis documentado. Este recuadro tiene como objetivo abordar nuevamente esta cuestión, utilizando la información más actualizada disponible.
Uno de los principales resultados del recuadro es que las expectativas nos son predictores precisos de la inflación futura, y su desempeño depende del horizonte y periodo evaluado. Además, se encuentra que las expectativas provenientes de mercado en general tienden a mostrar un mejor desempeño que las provenientes de encuestas. No obstante, estos resultados se deben analizar con cautela, dado que altos errores de pronóstico no implican que estas no reflejen el proceso de formación de expectativas por parte de los agentes.