Línea de Crédito Flexible del Fondo Monetario Internacional
¿Qué es la Línea de Crédito Flexible (LCF)?
La LCF es un instrumento creado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) diseñado para proveer financiamiento anticipado y flexible a países con fundamentos económicos muy fuertes y marcos institucionales de política económica sólidos. Como su nombre lo indica, constituye un cupo de crédito de carácter temporal1 y preventivo, que facilita el acceso a liquidez inmediata, para mitigar los impactos derivados de eventos adversos extremos de origen externo para los países beneficiarios.
Esta línea tiene tres características básicas que la diferencian de otras facilidades del FMI: i) es de carácter contingente, es decir, su propósito es cubrir la materialización de riesgos externos extremos; ii) otorga acceso inmediato a los recursos en cualquier momento; y iii) es un instrumento no condicional, lo que implica que el acceso se determina por las condiciones macroeconómicas previas del país y no conlleva compromisos posteriores de política económica al hacer uso del instrumento.
Para acceder al instrumento, los países solicitantes deben cumplir con unos criterios de calificación, cuyo cumplimiento es validado por parte del FMI. Estos criterios son:
- una posición externa sostenible;
- una cuenta de capital en la que predominen los flujos privados;
- un historial de acceso a los mercados internacionales en condiciones favorables;
- un nivel de reservas relativamente holgado al momento de solicitar la LCF con carácter precautorio;
- unas finanzas públicas sólidas (incluida una situación sostenible de la deuda pública);
- un nivel de inflación bajo y estable en el contexto de un marco sólido de política monetaria y cambiaria;
- la inexistencia de problemas de solvencia bancaria que planteen una amenaza sistémica para la estabilidad del sistema bancario;
- una supervisión eficaz del sector financiero, y
- integridad y transparencia en la información
La LCF opera como una línea de crédito renovable que, a discreción del país, puede usarse inicialmente por uno o dos años, y para la que se evalúa el derecho de acceso al cabo del primer año. No cuenta con un máximo establecido y el acceso se establece en relación con el tamaño de la cuota del país en el FMI2, el cual puede ser incrementado durante la vigencia del acuerdo, siempre que el país cumpla con los criterios de calificación. Los recursos de esta línea están destinados exclusivamente para atender situaciones críticas de la balanza de pagos.
Un beneficio importante de la LCF radica en la señal que emite al mercado sobre la gestión prudente de la economía y su capacidad de respuesta frente a situaciones de crisis, reduciendo su vulnerabilidad a ataques especulativos. Así, la LCF actúa como un aval de excelencia ante la comunidad internacional, pues su acceso confirma la existencia de un marco robusto de política económica. Asimismo, contribuye a la disminución de los costos de financiamiento externo y complementa la acumulación de reservas internacionales como una alternativa más económica que acumular y esterilizar reservas.
El acuerdo complementa la disponibilidad de liquidez externa del país, constituye un seguro contra los riesgos externos y mantiene la confianza de los agentes en la economía. Los riesgos externos asociados con un alto nivel de incertidumbre por cuenta de factores geopolíticos y por el endurecimiento de las condiciones financieras internacionales resaltan la importancia de mantener unos niveles adecuados de liquidez externa.
Acceso de Colombia a la LCF
Colombia ha tenido acceso a esta línea desde su creación en 2009 hasta el presente. Vale la pena resaltar un par de características del acceso del país a la LCF, las cuales se pueden observar en el Gráfico 1 (las barras del gráfico representan el monto en millones de dólares de la LCF al momento de su solicitud y los puntos rojos corresponden a su equivalente en términos del porcentaje de la cuota de Colombia en el organismo). Primero, a lo largo de los años el país ha variado el monto solicitado sujeto a los choques y riesgos a los que ha tenido que hacer frente. Así, el acceso ha oscilado entre el 300% y el 900% de la cuota del país ante el organismo durante todo el periodo que Colombia ha tenido el instrumento. En este contexto, es importante señalar que, en el último acuerdo aprobado, las autoridades colombianas han reducido su acceso al instrumento. Esta reducción va en línea con una disminución esperada de las vulnerabilidades externas, la reducción en los riesgos asociados con la pandemia y con el compromiso de las autoridades de reducir gradualmente el acceso a dicha facilidad a medida que los riesgos externos disminuyen.
Segundo, desde su primer acceso en 2009, Colombia le ha otorgado un carácter precautorio total al instrumento, y lo sigue haciendo de tal forma. Sin embargo, es importante mencionar que en septiembre de 2020 se le otorgó un carácter precautorio parcial en el marco del acuerdo aprobado en 2020, luego de que el país realizara un desembolso a finales de ese año debido al contexto de elevada incertidumbre por la coyuntura del COVID-19 (ver barra amarilla en el Gráfico 1). Previamente a este hecho, se había aprobado una ampliación del acceso de la línea en el marco de ese mismo acuerdo. El acuerdo que se encuentra vigente en este momento fue solicitado y aprobado en 2024 por un periodo de dos años y por un monto equivalente al 300% de la cuota del país en el organismo (cerca de USD 8.100 millones). Este último acuerdo es considerado por las autoridades colombianas como una línea de carácter precautorio.
Tercero, es importante señalar que, en febrero de 2016, la cuota del país ante el organismo se incrementó de DEG 774 millones a DEG 2.044,5 millones en el marco de la Decimocuarta Revisión General de Cuotas3 del FMI. Este aumento implicó que, aunque se solicitara un incremento en el acceso al instrumento ese año (en términos de dólares), se evidenciara una reducción del acceso en términos del porcentaje de la cuota.
Gráfico 1. Acceso histórico de Colombia a la LCF
Fuente: Banco de la República y FMI (comunicados oficiales)
Acceso de otros países a la LCF
En la actualidad, otros tres países tienen acceso a la LCF: México, Chile y Marruecos (Gráfico 2):
- México: ha tenido vigente esta línea desde su creación en 2009.
- Chile y Perú: recurrieron a este instrumento desde el inicio de la pandemia en 2020. En 2022, Chile canceló su instrumento para reemplazarlo por una línea de liquidez de corto plazo (LLCP), pero luego decidió solicitar de nuevo la LCF por un periodo de dos años (2022-2024). En 2024, el FMI aprobó un nuevo acuerdo para el país por un periodo de dos años (2024-2026). Perú permitió que el acuerdo que tenía por dos años (del 2022 al 2024) expirará el 26 de mayo de 2024 y decidió no solicitar una renovación del acuerdo, por lo que ya no cuenta con acceso al instrumento.
- Marruecos accedió a este instrumento por primera vez a principios de 2023.
Gráfico 2. Acuerdos recientes de la LCF
Fuente: Banco de la República y FMI (comunicados oficiales)
Información publicada por el Banco y el FMI sobre la LCF
Comunicado de prensa del Banco de la República sobre el acuerdo vigente
Información sobre el desembolso realizado:
- Fact sheet del FMI describiendo la LCF
- Colombia Desembolsa parte de la Línea de Crédito Flexible del FMI para abordar la Pandemia de COVID-19 (3 de diciembre de 2020)
- Fondo Monetario Internacional (FMI) aprueba ampliación de la Línea de Crédito Flexible (LCF) para Colombia a USD 17.200 millones (25 de septiembre de 2020)
- Comunicado sobre la renovación del acceso a la Línea de Crédito Flexible (9 de abril de 2020)
Recuadros en Informes de la Junta Directiva al Congreso de la República:
1 ↑ Se considera que su acceso depende de la evolución de las condiciones internacionales y de la vulnerabilidad del país a choques externos.
2 ↑ La cuota de Colombia ante el organismo corresponde a DEG 2044,5 millones, equivalentes a USD 26.895,5 millones (usando la tasa DEG/USD del 10 de noviembre de 2023).
3 ↑ La Junta de Gobernadores del FMI realiza revisiones generales de cuotas con cierta regularidad (generalmente cada cinco años). Según información de dicho organismo, en una revisión general de las cuotas se abordan dos cuestiones principales: el volumen del aumento global y la distribución del incremento entre los países miembros. Una revisión general de cuotas permite al FMI evaluar la idoneidad de las cuotas en función de las necesidades de financiamiento de la balanza de pagos de los países miembros y de su propia capacidad para ayudar a satisfacer esas necesidades. Por otra parte, una revisión general permite incrementar las cuotas de los países miembros en función de los cambios de su posición relativa en la economía mundial. Información disponible en: https://www.imf.org/en/About/Factsheets/Sheets/2022/IMF-Quotas