Porqué Colombia no exporta más

Tenga en cuenta

La serie Borradores de Economía es una publicación de la Subgerencia de Estudios Económicos del Banco de la República. Los trabajos son de carácter provisional, las opiniones y posibles errores son responsabilidad exclusiva del autor y sus contenidos no comprometen al Banco de la República ni a su Junta Directiva.

Autor o Editor
Jorge García-García
David C. López-Valenzuela
Enrique Montes-Uribe

La serie Borradores de Economía, de la Subgerencia de Estudios Económicos del Banco de la República, contribuye a la difusión y promoción de la investigación realizada por los empleados de la institución. En múltiples ocasiones estos trabajos han sido el resultado de la colaboración con personas de otras instituciones nacionales o internacionales. Esta serie se encuentra indexada en Research Papers in Economics (RePEc).

Fecha de publicación
Miércoles, 21 octubre 2020

Los resultados y opiniones contenidas en este documento son de responsabilidad exclusiva de los autores y no comprometen al Banco de la República ni a su Junta Directiva. 

 

RESUMEN NO TÉCNICO

 

Enfoque: por décadas, la insuficiencia de divisas restringió la capacidad de la economía colombiana de importar y de crecer en forma sostenida y sin sobresaltos. Al tiempo que las autoridades declaraban la conveniencia de aumentar las exportaciones de productos distintos al café, la insuficiencia de divisas evitó que se cuestionaran el proteccionismo, el control de cambios y la asignación discrecional de divisas. Una vez se abandonó la política de tasa de cambio fija y disminuyeron las restricciones de divisas las autoridades alivianaron las restricciones al comercio y los incentivos para exportar aumentaron. En este contexto las exportaciones crecieron, lo cual ha tendido a asociarse con tasas de cambio más altas, desdeñando el entorno de la política comercial que acompañó a la política cambiaria e hizo posible el crecimiento exportador.

Este documento examina cómo los incentivos para exportar fueron afectados por la protección a la producción interna, los subsidios a las exportaciones y los costos de comerciar distintos a los generados por la protección. También se evalúa si es factible subsidiar las exportaciones para contrarrestar el efecto deletéreo de la protección y de los otros costos de comerciar sobre los incentivos para exportar.

 

Contribución: este documento complementa la literatura económica colombiana que ha evaluado cómo las políticas de incentivos afectan al comercio exterior, al examinar los efectos indirectos que la protección y otros costos de comerciar tienen sobre las exportaciones, lo cual es novedoso dado que la información referente a dichos fenómenos es escasa o inexistente. Se presenta una metodología que mide la protección total causada por el arancel y las medidas no arancelarias comparando la evolución de los índices de precios domésticos de manufacturas colombianas con la de los índices de precios de las exportaciones industriales de los principales países exportadores del mundo. Con ello se estima una serie de la protección verdadera para el período 1950-2019, con la que examinamos la evolución de los incentivos para exportar y evaluamos si los subsidios a las exportaciones son suficientes para compensar los desincentivos de la protección y de los altos costos de operar en Colombia.

 

Resultados: Colombia no ha explotado su potencial exportador de manufacturas porque los incentivos para hacerlo han sido magros, resultado de la alta protección a la producción local, de una infraestructura escasa y de servicios logísticos costosos. La protección promedio al sector manufacturero entre 1950 y 2019 fue 78%, y los otros costos de comerciar fueron 29,37% y 10% para los costos internos de exportar, de importar y de transporte internacional, respectivamente. Durante el periodo, la protección cayó de más del 200% a comienzos de los años cincuenta a 26% en 1975. En los cuarenta años siguientes la protección fluctuó y actualmente sus niveles son altos, similares a los de finales de la década de los años sesenta. Los otros costos cayeron lentamente y en forma persistente durante siete décadas, con un efecto importante sobre los incentivos para exportar. Los costos continúan altos, pues el “costo Colombia” aún es alto. A pesar de ello, la protección constituye el principal desincentivo para exportar hoy.

En una perspectiva de setenta años, la evolución de los incentivos a exportar revela qué si no se hubiera protegido la producción local, los subsidios a las exportaciones habrían sido innecesarios, pues en 2016 los términos de intercambio habrían sido dos veces su valor medido en ese año y al menos 70% más altos que en 1950.