Consulte el reciente Informe de Política Monetaria – abril 2021
Después de la profunda caída de la actividad económica en el segundo trimestre de 2020, la recuperación ha sido consistentemente más vigorosa que la pronosticada por el equipo técnico del Banco. Al tiempo, las tasas de inflación total y básica han caído y permanecen en niveles bajos. Este hecho sugiere que una parte importante de la reactivación económica se relaciona con la recuperación del producto interno bruto (PIB) potencial y soporta el diagnóstico de una demanda agregada débil y amplios excesos de capacidad. Los datos más recientes del crecimiento de 2020 mostraron que la contracción de la actividad económica del año fue del 6,8 %, menor que la estimada en el Informe de Política Monetaria de enero (-7,2 %). A pesar de las cuarentenas y restricciones a la movilidad de enero, los indicadores de alta frecuencia apuntan a una economía que en el primer trimestre habría sido sustancialmente más dinámica de lo esperado. Esta recuperación ha venido acompañada por caídas en la inflación total y básica. La reducción de esta última fue menor que la proyectada en enero, una vez se aíslan cambios en algunos precios relativos, lo cual sugiere que las sorpresas recientes de crecimiento tienen elementos de demanda y que los excesos de capacidad, si bien amplios, podrían ser inferiores a los previamente estimados. No obstante, la incertidumbre sobre la medición de los excesos de capacidad sigue siendo inusualmente alta y acentuada por la heterogeneidad en la afectación de diferentes sectores económicos y componentes del gasto, así como por el comportamiento dispar de los precios. El tamaño de los excesos de capacidad, y especialmente la evolución de la pandemia en los próximos trimestres, constituyen riesgos sustanciales sobre el pronóstico macroeconómico del presente informe.