Efectos del salario mínimo en la informalidad de diferentes grupos demográficos en Colombia
La serie Borradores de Economía es una publicación de la Subgerencia de Estudios Económicos del Banco de la República. Los trabajos son de carácter provisional, las opiniones y posibles errores son responsabilidad exclusiva del autor y sus contenidos no comprometen al Banco de la República ni a su Junta Directiva.
La serie Borradores de Economía, de la Subgerencia de Estudios Económicos del Banco de la República, contribuye a la difusión y promoción de la investigación realizada por los empleados de la institución. En múltiples ocasiones estos trabajos han sido el resultado de la colaboración con personas de otras instituciones nacionales o internacionales. Esta serie se encuentra indexada en Research Papers in Economics (RePEc).
Los resultados y opiniones contenidas en este documento son de responsabilidad exclusiva de los autores y no comprometen al Banco de la República ni a su Junta Directiva.
RESUMEN NO TÉCNICO
Enfoque: los efectos adversos que tiene un salario mínimo (SM) alto sobre el empleo, la informalidad, el bienestar, la desigualdad, las finanzas públicas, etc. han sido documentados para otras economías. Y decimos que es alto, al compararlo con otros salarios de la economía como el salario mediano, el salario del percentil 70 o con la productividad de los trabajadores menos calificados. En países de la OECD la relación entre el SM y el salario mediano es cercana a 50%, mientras que en Colombia dicha relación supera el 85%. Es alto y esta puede ser una razón de la alta tasa de informalidad de Colombia. Aunque esta es característica de muchos países en desarrollo, en Colombia el problema parece más complicado, ya que es cercana a 50%.
Según la Organización Internacional del Trabajo, la informalidad laboral se asocia con una serie de deficiencias como la falta de protección y seguridad en el mercado laboral, menores posibilidades para desarrollar habilidades, etc. Por lo tanto, una alta prevalencia de informalidad es un síntoma de mal funcionamiento del mercado laboral.
Dividimos la población trabajadora en 16 grupos según su edad, género y nivel educativo para observar cómo las variaciones del SM con respecto al percentil 70 de la distribución de salarios correspondiente al grupo demográfico de cada individuo, afectan la probabilidad de que tenga una ocupación informal. Con información de encuestas de hogares de 2007 a 2017, el artículo presenta evidencia de los efectos negativos que tiene un SM alto sobre la tasa de informalidad de distintos grupos poblacionales.
Contribución: esta investigación tiene como propósito someter a consideración de la comunidad académica, los trabajadores, los gremios de la producción y los diseñadores y ejecutores de la política económica, nuevos hallazgos de los efectos nocivos de un SM alto en una economía de baja productividad laboral o, lo que es similar, de alta informalidad laboral. Suponiendo que el SM alto no afecta de igual manera a todos los trabajadores, la metodología empleada explota el tamaño de la relación del SM al percentil 70 de distintos grupos demográficos. A esto lo llamamos grado de restricción del SM. Para el grupo de los no educados, el SM es más restrictivo y el efecto en la probabilidad de ser informal es mayor. Lo anterior, sugiere la conveniencia de introducir políticas más elaboradas que permitan mejorar el funcionamiento del mercado laboral.
Resultados: aumentos de la relación entre el SM y el percentil 70 incrementan la probabilidad de tener una ocupación informal. Así, un aumento de un punto porcentual (pp) en dicha relación aumenta la probabilidad de tener un trabajo informal entre 0,16 y 0,21 pp. Este efecto es aún mayor en ciudades con mayores tasas de informalidad o –dicho de otra manera- menor productividad laboral de los trabajadores menos calificados.
El mayor efecto se encuentra en los trabajadores menos educados, los jóvenes y las mujeres. Además, es no lineal: mientras más alto es el SM en relación con el percentil 70, mayor es la probabilidad de tener un trabajo informal.
Los resultados sugieren un cambio en la forma en que se ha utilizado el salario mínimo para ayudar a los trabajadores menos calificados ya que su aumento persistente de las dos últimas décadas ha contribuido a aumentar la probabilidad de que un trabajador tenga su ocupación en el sector informal. Políticas que se centren en grupos particulares (trabajadores menos educados y jóvenes) o áreas geográficas será sin duda más útil.
La probabilidad de ser informal aumenta con la edad. Por lo tanto, una política de protección a la vejez debería estar encaminada a reducir dicha probabilidad.