La inflación anual al productor a junio fue de 10,2%, inferior a la de marzo en 0,7 puntos porcentuales y en 5,4 puntos porcentuales a la inflación registrada en junio de 2000 (15,6%). De acuerdo con la clasificación por procedencia, esta caída en la inflación anual al productor en el último trimestre fue consecuencia directa del menor crecimiento anual en los precios de los bienes importados (7,6%) frente a la variación registrada en marzo (12,5%). Por su parte, la variación anual de los precios de los bienes consumidos y producidos (11,1%) se incrementó a lo largo del segundo trimestre. Según origen industrial, la caída en la variación anual del IPP entre marzo y junio se explica por la caída en el crecimiento anual en los precios del sector minero, de 27,0% en este primer mes a 23,5% en el último. Por productos individuales, los precios de la carne y del ganado vacuno, fueron algunos de los que más contribuyeron a jalonar la inflación al productor en los últimos tres meses. Las proyecciones de inflación efectuadas con el modelo de mecanismos de transmisión del Banco se redujeron en esta oportunidad frente a las efectuadas el trimestre anterior a todos los horizontes. En la actualidad, la senda central de la proyección sitúa la inflación en 7,3%, en promedio para el cuarto trimestre de este año (0,6 puntos porcentuales por debajo del pronóstico anterior) y en 5,3% para finales de 2002 (0,9 puntos porcentuales sobre el pronóstico anterior). Debe señalarse, sin embargo, que estos pronósticos centrales están acompañados de un balance de riesgos sesgado hacia arriba que, en parte, intenta recoger los riesgos asociados con una eventual agudización de la crisis argentina y su posible efecto sobre el ritmo de devaluación y la inflación. Es decir, hay bastante probabilidad que la inflación termine un poco por encima de la proyección central.