Política económica e instituciones

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La serie Borradores de Economía es una publicación de la Subgerencia de Estudios Económicos del Banco de la República. Los trabajos son de carácter provisional, las opiniones y posibles errores son responsabilidad exclusiva del autor y sus contenidos no comprometen al Banco de la República ni a su Junta Directiva.

Autor o Editor
Miguel Urrutia
Autores y/o editores

Durante los años 60, en el apogeo del estructuralismo, los analistas económicos se concentraban en las llamadas barreras estructurales para el crecimiento económico. Estas incluían aspectos tales como la estructura del comercio exterior y la dependencia económica, las barreras para el crecimiento generadas por una inequitativa distribución del ingreso y de la tierra, y el dualismo en los mercados de trabajo. En este período se daba cierta preponderancia al subdesarrollo de los mercados y a sus imperfecciones. Ello condujo a la creación de empresas estatales y a la actividad económica del Estado.

En contraste, durante las dos décadas subsiguientes, la mayor parte de la literatura económica en América Latina se ha dedicado al impacto de los desequilibrios macroeconómicos en el crecimiento, la pobreza o la distribución del ingreso. Muchas de las reformas de los primeros años de la década eliminaron dichos desequilibrios, y los economistas están ahora enfocando su análisis en otras cuestiones.

También se ha hecho evidente que los mercados son menos imperfectos de lo que antes se pensaba, y que las empresas estatales creadas para subsanar aparentes fallas del mercado, resultaron ser muy ineficientes y probaron ser origen de desequilibrios macroeconómicos. La experiencia ha mostrado que, una vez liberados de excesos en la regulación, los mercados se desarrollan muy rápidamente, aun aquellos relativamente aislados en términos geográficos o económicos. Por todas estas razones, durante los años noventa, gran parte del debate económico ha tenido como tema la privatización y el papel del Estado.

En el momento, sin embargo, muchos economistas están encontrando que deficiencias e instituciones básicas de la sociedad ponen, hoy por hoy, obstáculos al desarrollo. En el caso colombiano, en el cual el manejo macroeconómico ha sido prudente y los mercados se han desarrollado con rapidez, hay dos restricciones sobresalientes para el desarrollo económico.