Revista del Banco de la República - Revista Banco de la República de septiembre de 2012
Los sistemas de pago constituyen redes de transferencia de valor en las que las decisiones de un intermediario financiero tienen repercusiones sobre los demás miembros del sistema. Dicha interacción los expone a diversos riesgos de naturaleza financiera y operacional que, por los montos de dinero canalizados y la naturaleza de sus participantes, revisten una importancia sistémica. Teniendo en cuenta la incidencia que ello puede tener sobre la estabilidad financiera y la transmisión de la política monetaria, los bancos centrales tienen especial interés en realizar la labor de seguimiento a las infraestructuras del mercado financiero, así como en promover los objetivos de seguridad y eficiencia.
El seguimiento de los sistemas de pago consiste en monitorearlos como un todo, con una perspectiva integral, así como de las interconexiones entre sus participantes, propendiendo por los objetivos de seguridad y eficiencia. Más específicamente, se busca mitigar los riesgos sistémicos, en aras de la estabilidad financiera, y de que las operaciones sean realizadas al menor costo y en el menor tiempo posible. Esta función de seguimiento formal y sistemático a la infraestructura financiera de los países es relativamente reciente y, usualmente la desarrollan los bancos centrales. La función de seguimiento a las infraestructuras del mercado financiero (IMF) es diferente a la labor de supervisión. Mientras la segunda se enfoca en el análisis e inspección de las entidades financieras, así como en las IMF de manera particular, el seguimiento se centra en el funcionamiento de los sistemas de pago en su conjunto, centrado en la óptica de riesgo sistémico. Así mismo, en cuanto a la metodología de trabajo, mientras la supervisión busca analizar el desempeño financiero, solvencia y administración de riesgos de las entidades que conforman el sistema financiero, el seguimiento busca comprobar el adecuado funcionamiento del sistema de pagos en su conjunto, identificar riesgos financieros con incidencia sistémica y proponer cambios para mitigarlos.