Junta Directiva del Banco de la República presenta primer Informe del año al Congreso de la República - Marzo de 2012
El Banco de la República entregó hoy el primer Informe de la Junta Directiva de este año al Congreso. En él se hace un análisis del comportamiento de la economía colombiana y del entorno económico internacional, se discuten los principales aspectos de la política macroeconómica y se presentan los resultados de la economía colombiana en 2011 y las perspectivas para el presente año.
El Informe destaca el desempeño sobresaliente de la economía colombiana en 2011 al haber alcanzado una tasa de crecimiento de 5,9%, en medio de una desaceleración de la actividad global desde una tasa de 5,2% en 2010 a 3,8% en 2011 según estimaciones del FMI. Este crecimiento de la economía colombiana es uno de los más altos alcanzados en décadas, y muestra que Colombia logró resistir el choque negativo proveniente de la crisis europea, en condiciones en las que los Estados Unidos, su principal socio comercial, aún mantiene un crecimiento débil.
El crecimiento favorable de la economía colombiana en 2011 residió en el fortalecimiento de la demanda interna, la cual se expandió 8,8%, lo que le permitió compensar el debilitamiento de la demanda mundial. Dentro de la demanda interna el gasto más dinámico fue la inversión en capital fijo, que creció a una tasa de 16,6%, la más alta desde 2000. En este rubro, estimulado por los altos precios internacionales de productos básicos y por las bajas tasas de interés comerciales que predominaron en la mayor parte del año, se destaca la inversión en maquinaria y equipo, y equipo de transporte. Igualmente, la inversión en edificaciones (incluida vivienda) mostró un crecimiento dinámico de cerca de 5,3% que contrasta con dos años consecutivos de disminuciones. Por su parte, el consumo de los hogares mostró un dinamismo comparable con el de períodos de auge, al alcanzar un aumento de 6,5%, más de dos puntos porcentuales por encima del de 2010. Los rubros que más impulsaron el consumo de los hogares fueron los bienes durables y semidurables, con tasas de crecimiento promedio cercanas al 20%. El consumo de este tipo de bienes estuvo favorecido por la abundancia de crédito a tasas de interés relativamente bajas, como también por la creciente confianza de los consumidores.
En cuanto a las ramas de actividad, las que más aportaron al crecimiento de 2011 fueron minería, transporte, comunicaciones y comercio. Al igual que en los últimos cuatro años, el primer sector continúa mostrando ritmos de expansión de dos dígitos, impulsado por la creciente producción petrolera estimulada por los altos precios del crudo, las condiciones favorables para la inversión, y un relativo éxito en materia exploratoria. La extracción de carbón y de otros minerales también mostró un buen ritmo de crecimiento gracias a los altos precios internacionales y a los elevados flujos de inversión extranjera. De otra parte, el buen desempeño de los sectores de transporte, comunicaciones y comercio, fue congruente con el comportamiento del consumo de los hogares.
La inflación en 2011 tuvo una tendencia creciente, al concluir el año en 3,73% frente a 3,17% observado en 2010 y, aunque no es un resultado que pudiera catalogarse como un desborde inflacionario, pues se sitúa en el rango de 2% a 4%, sí es un comportamiento que despierta la preocupación de la Junta Directiva, al ver que en 2011 la inflación continuó alejándose de la meta de 3% establecida para el largo plazo. La autoridad monetaria no puede ser complaciente con esta situación, en un entorno en que las expectativas de inflación a uno o más años se sitúan cerca de 4% y donde la demanda crece a niveles que pudieran llevar al agotamiento de la capacidad ociosa. Por esta razón, la Junta Directiva ha venido adoptando las decisiones que considera oportunas y adecuadas y, a partir de febrero de 2011, empezó a retirar paulatinamente el estímulo monetario, mediante nueve incrementos de 25 puntos básicos (pb) en la tasa de interés de política que pasó de un nivel de 3%, propio de una economía que amenazaba con entrar en recesión, a uno de 5,25%, más consistente con una demanda interna dinámica y con una brecha de producto positiva. Estos incrementos han contribuido a que la rápida tendencia al endeudamiento que se observó a lo largo de 2011 empiece a moderarse, especialmente el de las empresas. No obstante, el crédito de consumo sigue creciendo a tasas altas.
La evolución de la inflación anual al consumidor en los dos primeros meses de 2012 comenzó a mostrar resultados alentadores y podría ser un síntoma de que el ajuste de la política monetaria comienza a operar en forma debida. Los pronósticos del equipo técnico indican que esta tendencia favorable de la inflación al consumidor podría continuar en los próximos meses. Adicionalmente, la política monetaria ha acompañado el proceso de recuperación y consolidación del crecimiento económico, al propender por la utilización de los recursos de la economía cerca de su capacidad potencial.
El dinamismo de la economía colombiana ha comenzado a tener efectos positivos en el mercado laboral, donde se han venido observando importantes avances en materia de creación de empleo, con aumentos históricamente altos, lo que se ha traducido en una significativa reducción en la tasa de desempleo. Los sectores que han tenido mayor dinamismo en la creación de puestos de trabajo han sido los de comercio, industria, construcción y servicios. Este comportamiento confirma el robusto crecimiento económico, impulsado en especial por la demanda interna. A pesar de lo anterior, la participación del sector informal en el mercado del trabajo es elevada y la tasa de desempleo de Colombia sigue siendo una de las más altas de América Latina.
El Informe analiza el comportamiento de la tasa de cambio en Colombia y las razones que explicaron su volatilidad durante el año 2011. En un esfuerzo por moderar cambios abruptos en esta variable, durante los primeros nueve meses de 2011 el Banco de la República intervino en el mercado cambiario mediante subastas diarias de US$20 millones. Durante los últimos meses de 2011 se produjo una tendencia a la depreciación del peso asociada con el nerviosismo de los mercados por la agudización de la crisis en Europa. En lo corrido de 2012 ha empezado a manifestarse nuevamente una tendencia a la apreciación del peso tanto en términos nominales como reales, como resultado de la menor incertidumbre sobre la suerte de la economía europea, los mejores datos que se han dado a conocer sobre el desempeño de la economía de los Estados Unidos y la renovada confianza en la economía colombiana, respaldado por su buen desempeño durante 2011 y las perspectivas favorables para el presente año. En este contexto, el pasado 6 de febrero se reinició el programa de intervenciones mediante subastas competitivas por US$20 millones diarios, que el Banco interrumpió el 30 de septiembre. Hasta el momento, la Junta Directiva ha anunciado que dichas intervenciones se prolongarán al menos hasta agosto, por montos de por lo menos US$20 millones diarios.
Las perspectivas económicas para 2012 son positivas, con un crecimiento que se estima podría ubicarse en un rango entre 4% y 6%, dependiendo de lo que pueda ocurrir con la situación en Europa y sus efectos sobre la economía mundial y colombiana. Los indicadores líderes de actividad económica para los primeros dos meses de 2012 confirman el buen desempeño que continúa teniendo la economía colombiana.
Bogotá, D. C.