Principales aspectos del Informe sobre Inflación del Banco de la República de diciembre de 2002
La inflación anual al consumidor fue 6,99%, mayor en 0,99 puntos porcentuales al registro del trimestre anterior (6,0%), pero inferior en 0,6 puntos porcentuales a la de diciembre de 2001. Si bien la inflación al cierre del año fue superior a la meta del 6%, esto obedeció casi enteramente al pronunciado repunte del precio de la papa, un fenómeno que es transitorio. Si se descuenta el precio de la papa, la inflación al consumidor fue 6,1%.
Al descontar los choques transitorios sobre los precios, tal y como lo mide la inflación básica, la meta del 6% se cumplió. Al finalizar el año 2002, el promedio de las tres medidas de inflación básica que actualmente calcula el Banco de la República fue de 5,6%. Este nivel, sin embargo, representa un repunte frente al observado en septiembre.
Todo parece indicar que la economía siguió acelerando su ritmo de crecimiento durante la segunda mitad del año. Las cifras del PIB para el tercer trimestre señalan que la economía se expandió a una tasa anual de 1,9% en este período, mayor que la reportada para el primer semestre del año (1,4%). Para el cuarto trimestre, diversos indicadores sectoriales como la producción y las ventas de la industria, las licencias de construcción y las encuestas sobre actividad comercial y de turismo, sugieren que las tendencias de crecimiento se mantuvieron. Así, cabe esperar que en los últimos meses de 2002 el crecimiento económico se aceleró un poco y que el crecimiento para todo el año superaría ligeramente la meta del Gobierno (1,5%).
En el segundo semestre el crecimiento siguió impulsado por la demanda privada interna, fundamentalmente por el consumo de los hogares y por la inversión en edificaciones. Por el contrario, la demanda externa ha sido una fuente de contracción, debido a las menores exportaciones de petróleo y carbón y por la reducción de las exportaciones no tradicionales dirigidas a Venezuela y a los Estados Unidos.
Para el próximo año se espera que la demanda privada interna siga siendo la principal fuente de crecimiento. Sin embargo, su capacidad de arrastre puede verse limitada por el efecto sobre el ingreso de la reforma tributaria y por la segunda y tercera cuotas del impuesto al patrimonio, entre otras razones. En cuanto a la demanda externa, esta seguirá fuertemente afectada por la crisis política en Venezuela, y las exportaciones hacia los Estados Unidos -si bien deben repuntar gracias al ATPA y al mayor dinamismo de esta economía-, no serían suficientes en un comienzo para compensar la destorcida de las exportaciones hacia Venezuela.
En medio de la incertidumbre y vulnerabilidades que enfrenta América Latina, como son la crisis política en Venezuela, la crisis económica en Argentina y los factores de riesgo en Ecuador, Colombia puede lograr algún grado de diferenciación en la región debido al éxito en la aprobación reciente de las reformas tributaria, laboral y pensional por parte del Congreso de la República, y por el respaldo de las entidades multilaterales de crédito, incluido el Fondo Monetario Internacional (FMI) con el cual se concretó un acuerdo Stand-By. Sin embargo, la culminación de este proceso depende críticamente de la aprobación popular del referendo, por cuanto su no aprobación podría afectar drásticamente la percepción de riesgo de la economía, las expectativas de devaluación y los flujos de financiamiento hacia el país, dado el escaso margen de maniobrabilidad fiscal que tiene el Gobierno.
Se espera, entonces, que la economía colombiana siga exhibiendo tasas de crecimiento positivas para el próximo año, aunque se considera improbable que se presente una aceleración significativa frente al resultado observado en 2002. Estas previsiones están en línea con la meta de crecimiento del Gobierno de 2% para 2003.
Desde mediados de 2002, el Banco de la República ha otorgado amplia liquidez a los mercados, lo cual permitió atender la fuerte demanda de fin de año, sin contratiempos. A través de las compras de TES en el mercado secundario y el ejercicio de opciones para acumulación de reservas internacionales, el Banco otorgó liquidez permanente durante los últimos tres meses del año por un valor de $281,8 miles de millones.
El Banco de la República proyecta una inflación sin alimentos, para el promedio del cuarto trimestre de 2003, de 6,2%, menor que el pronóstico presentado en el Informe de septiembre (6,6%). La disminución en el pronóstico obedece, entre otras razones, a que se esperan menores presiones inflacionarias en el frente cambiario frente a lo previsto en septiembre. En materia de inflación de alimentos, el pronóstico para igual período es de 5,8%, superior al obtenido hace tres meses (2,8%). De esta forma, la inflación total promedio prevista para el cuarto trimestre de 2003 es de 6,1%, mayor que la presentada en el informe anterior (5,5%). Debe advertirse que esta cifra de inflación no contempla el impacto de la reforma del IVA sobre los precios, pero sí incluye choques por la actualización en los precios de la energía y por la eliminación del subsidio a la gasolina.
La Subgerencia de Estudios Económicos del Banco considera que el efecto sobre la inflación de la reforma al IVA debería ser transitorio y no muy significativo. Sin embargo, no se descarta que ocasione incrementos en las expectativas de inflación, con lo cual su efecto final podría extenderse en el tiempo. Los riesgos sobre el pronóstico de inflación siguen siendo considerables, siendo algunos de los más importantes: la magnitud del flujo de capitales, tanto público como privado, que podría recibir el país durante 2003, y la posibilidad de mayores expectativas inflacionarias.
Por otra parte, es importante anotar que el nivel actual de las tasas reales de expansión y de contracción del Banco de la República son -1,6% y -2,6% respectivamente, siendo las más bajas entre las economías más grandes de América Latina.
Con base en las anteriores consideraciones y teniendo en cuenta que en los últimos meses se ha observado un quiebre en la tendencia de la inflación básica, el cual puede ser atribuido a la mayor devaluación del peso frente al dólar, y que el incumplimiento de la meta en diciembre podría aumentar las expectativas de inflación, la Junta Directiva decidió incrementar en 100 puntos básicos toda la estructura de las tasas de interés de intervención del Banco de la República. La Junta Directiva confía que con esta medida se controlen las expectativas de inflación y aumente la probabilidad de cumplimiento de la meta de 2003 y 2004 sin afectar el proceso de reactivación económica.
Bogotá, D. C.