Informe de Política Monetaria (julio 2020)
En relación con el inicio de la pandemia meses atrás, el panorama macroeconómico se ha definido un poco más en sus dimensiones reales y financieras, si bien la incertidumbre sigue siendo muy alta y varias de sus fuentes continúan presentes. Por una parte, la duración de los efectos de la pandemia y de las medidas de aislamiento preventivo obligatorio requeridas, ha sido mayor que la inicialmente esperada.
En algunos países el número de nuevos casos de Covid-19 ha vuelto a aumentar después de un período de reducción durante parte de mayo y junio. En Colombia el aumento de los casos y la ocupación del sistema de salud han generado nuevos períodos de restricción a la movilidad, aunque estos han sido geográficamente localizados. Esto implica una recuperación más lenta de la economía mundial y local respecto a lo esperado inicialmente.
Por otra parte, las condiciones financieras externas se han tornado más favorables, lo cual se ha reflejado en menores primas de riesgo soberano, menor volatilidad y una mejora significativa de la liquidez de los mercados internacionales y locales de dinero, deuda pública y divisas. Asimismo, los precios del petróleo y las remesas de trabajadores en el exterior se han recuperado un poco. En este entorno, se ha observado una corrección de la fuerte depreciación que registró el peso al comienzo de la pandemia.
En este contexto, a diferencia de lo presentado en el Informe de Política Monetaria de abril, en el presente informe el pronóstico del equipo técnico del Banco de la República refleja el ajuste macroeconómico esperado para los siguientes dos años. El comportamiento observado a la baja de la actividad económica y la inflación indicaría que, aunque los choques que ha sufrido la economía tienen impactos sobre la oferta y la demanda agregada, los factores asociados con esta última estarían primando.
Sin embargo, continúa siendo difícil asignar probabilidades a los escenarios posibles y, por tanto, se presentan rangos simples para las principales variables macroeconómicas. Estos intervalos resultan de múltiples simulaciones que intentan capturar la incertidumbre sobre la velocidad de la recuperación económica, la duración de los cierres sectoriales y sus efectos sobre el producto, el tamaño de los excesos de capacidad productiva, y los impactos de las medidas regulatorias transitorias (reducciones de impuestos y alivios) en el comportamiento de la inflación, entre otros.