Palabras del gerente general en instalación del Foro de Sistemas de Pago de Colombia
Los documentos son de carácter informativo y académicos, las opiniones y posibles errores son responsabilidad exclusiva del autor y sus contenidos no comprometen al Banco de la República ni a su Junta Directiva.
Es para mí un gusto darles la bienvenida al Foro de Sistemas de Pago de Colombia. El objetivo central de esta iniciativa del Banco de la República es abrir el espacio para el intercambio de ideas con participantes del mercado y con otras autoridades sobre la decisión de avanzar hacia un sistema para transferencias inmediatas, seguras y eficientes, que sea totalmente interoperable y que contribuya a la competitividad de los mercados, a la inclusión financiera y al desarrollo del país. Adicionalmente, creemos que más allá de su papel en la creación de ese sistema de pagos inmediatos, este Foro podrá actuar como un mecanismo de comunicación permanente con todos ustedes sobre muchos temas de interés común relacionados con todas las infraestructuras que tenemos para transacciones digitales en el sistema de pagos de alto y de bajo valor y en el mercado de capitales.
Los avances tecnológicos han acelerado la transformación digital de las economías, redefiniendo la manera cómo interactúan y transan sus agentes. Hogares, empresas y gobiernos tienen hoy a su disposición una amplia diversidad de proveedores de servicios de pago, quienes compiten aceleradamente por ofrecer diferentes soluciones con una creciente oferta de valor.
La innovación también ha permeado los llamados rieles y los mecanismos de compensación y liquidación, permitiendo que los receptores de las transferencias dispongan de los recursos en tiempo real. Hoy cerca de 60 países cuentan con sistemas de pago inmediatos en los que sus bancos centrales juegan un papel esencial. Tal es el caso del New Payments Platform (NPP) en Australia, el Fast and Secure Transfer (FAST) en Singapur, UPI en la India, CODI en México, Pix en Brasil y próximamente FedNow en Estados Unidos.
El caso brasileño es un referente mundial dada la elevada usabilidad que ha logrado en tan solo dos años de operación. Más del 70% de los adultos de ese país utilizan el sistema para sus pagos cotidianos. El contexto en el que surgió Pix es particular a las realidades brasileras, no obstante, arroja lecciones valiosas que vale la pena considerar, tales como la obligatoriedad en la vinculación de cierto tipo de entidades financieras y los estándares de usabilidad, por citar solo un par de ellas.
El desarrollo de los pagos electrónicos implica oportunidades para mejorar significativamente la eficiencia general de la economía, pero también plantea importantes desafíos en materia de los riesgos, mucho de ellos completamente nuevos. Por ello, el tema ocupa un lugar preponderante en las agendas de trabajo de diferentes organismos multilaterales, incluidos el Banco Mundial y el Banco de Pagos Internacionales, que nos están ayudando de manera estrecha y que nos acompañan en esta reunión en cabeza del doctor Miguel Díaz, director del BIS Innovation Hub de Toronto y del doctor José Antonio García, asesor de la unidad de desarrollo de sistemas de pagos del Banco Mundial. Como afirman estas entidades, el universo de los pagos electrónicos no solo es un frente de análisis y discusión prioritario en las áreas financiera y regulatoria por todo lo relacionado con el sistema de pagos inmediatos sino que seguirá siéndolo en el futuro por temas tales como los mecanismos de pago transfronterizo, las monedas digitales emitidas por bancos centrales (CBDC) y por todos los temas que conlleva la regulación de los llamados criptoactivos.
En Colombia, la industria de pagos ha tenido una transformación profunda, tanto en la cobertura de las redes que la soportan, como en términos tecnológicos. En consecuencia, el uso de canales digitales se ha intensificado. Hoy más del 70% de las transacciones financieras se realiza por medios electrónicos mientras que en 2018 este indicador era 26%. A su vez, el comercio electrónico se ha acelerado con un mayor número de usuarios y frecuencia de compra. En 2021, la participación de las ventas electrónicas se duplicó frente a los niveles previos a la pandemia. En el último año, además, el número de transferencias y de operaciones con tarjetas crédito y débito aumentaron en doble digito.
No obstante, el efectivo continúa siendo el instrumento de pago más utilizado al punto que actualmente el 75% de los individuos afirma utilizarlo para sus pagos habituales. Y si bien el país dispone de una infraestructura transaccional robusta, prevalecen ineficiencias que frenan su evolución. Los recursos tardan en estar disponibles para el receptor, son costosos y, en ocasiones, las transacciones son complejas de realizar.
Pese a la llegada de nuevos actores y soluciones al mercado, existen restricciones de acceso y una falta de interoperabilidad plena que erosiona el potencial de las nuevas alternativas. Los depósitos o monederos electrónicos de bajo monto, por ejemplo, tienen un potencial de disrupción elevado y hoy ya suman 40 millones en número. Este número tan grande puede leerse como un gran éxito en el desarrollo de los monederos, pero refleja también el hecho de que ante su falta de interoperabilidad, muchas personas deben tener varios monederos, y aún así no pueden hacer transferencias a cuentas de cualquier entidad financiera, lo cual genera ineficiencias importantes. Asimismo, debe mencionarse que el desarrollo de estos instrumentos de pago en Colombia se ha concentrado principalmente en los pagos entre personas, sin incluir posibilidades de pagos a negocios por esa vía, lo que reduce su capacidad de generar competencia y mayor celeridad en los pagos instantáneos.
En 2021 el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, en su evaluación al sector financiero colombiano FSAP, destacaron las mejoras en las condiciones del sistema de pagos derivadas a partir de la actualización normativa del Decreto 1692 de 2020. No obstante, señalaron la necesidad de acelerar el desarrollo del sistema de pagos, para lo cual recomendaron, entre otros, definir una hoja de ruta público-privada de promoción del ecosistema.
En esa línea, y bajo el mandato legal del Banco de la República, hemos priorizado 3 acciones concretas orientadas a mejorar el funcionamiento de los pagos en la economía y así contribuir al bienestar de los colombianos. Lo primero es la decisión de impulsar un sistema de pagos inmediatos, seguido de un análisis para ampliar la oferta de pagos transfronterizos y, posteriormente, la revisión sobre la conveniencia de emitir una moneda digital.
En el primer frente, hemos seguido las buenas prácticas internacionales para determinar el diseño del Sistema de Pagos Inmediatos (SPI) de manera conjunta con la industria. Lo anterior se hará salvaguardando los principios de amplio acceso, interoperabilidad plena, disponibilidad 24/7, seguridad, costo efectividad, centrado en el usuario, dinámico y acelerador de la competencia e innovación.
Con la asistencia técnica de la Cooperación Económica y Desarrollo (SECO) de la Confederación Suiza, hemos diseñado una metodología que nos permitirá interactuar con los diferentes actores a fin de identificar las necesidades y mejoras requeridas para modernizar la infraestructura transaccional del país.
Esa metodología será expuesta en detalle por la doctora Ana María Prieto, a quien muchos de ustedes conocieron en la Unidad de Regulación Financiera (URF) del Ministerio de Hacienda y quien desde hace unos pocos meses nos acompaña en el Banco como Directora del Departamento de Sistemas de Pago. Agradezco a la industria la acogida a esta iniciativa, estamos seguros de que el Foro será un espacio de co-creación provechoso para todos.
Los invito ahora a escuchar las intervenciones de Miguel Díaz, del BIS, y de José Antonio García, del Banco Mundial, a quienes ya había mencionado y a quienes agradezco de manera muy especial su presencia hoy en este recinto. Ambos contribuirán a la conversación con información actualizada sobre los avances que se han dado en distintas latitudes en materia de pagos.
No quiero terminar sin agradecer de manera muy especial el apoyo que nos ha prestado en todo este proceso el equipo de Marulanda Consultores y la Cooperación Económica y Desarrollo (SECO) de la Confederación Suiza representada acá por la doctora Natalia Mayorga, a quien le cedo el uso de la palabra. Bienvenidos todos.