Apartes de la intervención de los miembros de la JDBR en sesión de la Comisión Tercera del Senado

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Los miembros de la Junta Directiva del Banco de la República contestaron en detalle, tanto verbalmente como en documento entregado en la sesión, las preguntas realizadas por los Senadores en las últimas dos sesiones de la Comisión Tercera. Dicho documento amplía algunos aspectos contenidos en el Informe que, por ley, la Junta Directiva del Banco debe entregar al Congreso de la República dos veces al año (marzo y julio). A continuación se presentan apartes de la intervención. 

1. Empleo y desempleo 

El desempleo constituye actualmente el problema más grave del país, tanto desde el punto de vista del desarrollo humano y social de la población, como del desaprovechamiento de la capacidad productiva. Es necesario considerar muchas estrategias con el fin de encontrar soluciones concretas a este problema. 

La política monetaria puede contribuir a la generación de empleo en un momento de recesión. La reducción en las tasas de interés de intervención por parte del banco central puede aumentar la demanda agregada de la economía mediante el incentivo al consumo y la inversión. Es así como el banco central ha seguido una política monetaria contracíclica, aumentando la liquidez de la economía y reduciendo las tasas de interés en épocas en que la economía ha funcionado por debajo de su capacidad potencial. Sin embargo, la política monetaria sólo puede aumentar el empleo marginal y temporalmente, debido a que cuenta con una serie de limitantes. Entre estas limitantes se encuentran las relacionadas con el sector externo, que surgen, en parte, de la imposibilidad de conducir una reducción indiscriminada de las tasas de interés sin tener en cuenta las presiones que esto generaría sobre la tasa de cambio, lo cual podría llevar a condiciones especulativas en los mercados y a salidas de capitales que deprimen la inversión y el crecimiento. 

Una estrategia importante para reducir el desempleo es la flexibilización del mercado laboral. Italia, España e Inglaterra son ejemplos de este esfuerzo, en donde el proceso de flexibilización ha sido fruto de pactos entre los actores sociales. De igual forma, en Chile se realizaron negociaciones de acuerdos de salarios mínimos durante la transición hacia la democracia. Mediante el diálogo social se llevaron a cabo las reformas laborales y se introdujo una mayor flexibilización en el mercado de trabajo. 

En España y en Chile mejoraron bastante los indicadores macroeconómicos y la inflación cuando se llegó a un consenso social de negociación de salarios con base en la meta de inflación más productividad. En el caso chileno, se observó un claro deterioro del empleo cuando se acordó negociar los salarios muy por encima de la meta de inflación. La experiencia internacional es bastante relevante para el caso colombiano, ya que si bien el alza en los salarios reales no fue el factor desencadenante del desempleo, sí le restó dinamismo a la ocupación y, más recientemente, ha acentuado el desempleo. 

En cuanto a la política fiscal expansionista, la experiencia colombiana en los años noventa dice mucho sobre su incapacidad para generar empleo. La expansión exagerada del gasto público fue en última instancia la principal responsable de la revaluación real del peso y de la pérdida de competitividad de la producción nacional que se observó durante buena parte de la década. Ella, además, fue la causante de que la economía colombiana se encontrara tan vulnerable a la crisis internacional que se desató en 1997 y 1998, cuando la reducción abrupta de los recursos de financiamiento externo disponibles condujo a aumentos muy fuertes en las tasas de interés y a grandes pérdidas de riqueza para todos los colombianos. 

El desempeño económico es lo que determina en última instancia el ritmo y la calidad de generación de empleo. Los obstáculos a la creación de puestos de trabajo son también obstáculos a la inversión productiva y al crecimiento económico. Por lo tanto, la remoción de esos obstáculos mediante una mayor flexibilidad en el mercado laboral y una racionalización de los costos de contratación de mano de obra -particularmente las cargas parafiscales-, serían factores importantes para la recuperación del dinamismo de la actividad productiva. 

2. Causas de la disminución del crédito y su recuperación reciente 

Luego de presentar tasas de crecimiento reales positivas durante un período prolongado (1992-1997), a partir de septiembre de 1998 la cartera del sistema financiero comenzó a registrar una fuerte contracción y en el año 2000 cayó más de 15% en términos reales. A finales del año 2000 el tamaño de la cartera real se estabilizó y desde comienzos del año 2001 empezó a decrecer a tasas cada vez menores. Desde el último trimestre del año pasado, la cartera empezó a registrar de nuevo tasas reales de crecimiento positivas. 

La disminución de la tasa de crecimiento del crédito puede deberse a tres factores: i) reducción en la capacidad de prestar del sistema financiero; ii) menor deseo de prestar por parte de las instituciones financieras; y, iii) disminución de la demanda de crédito. Mientras que los primeros dos factores son atribuibles a la oferta, el tercero es explícitamente un factor de demanda. 

La reducción en la capacidad de prestar puede obedecer a la caída de las fuentes de recursos como, por ejemplo, la reducción de la entrada de flujos de capital del extranjero, reducción del capital de las entidades de crédito y aumento en los requisitos de capital exigidos por la entidad supervisora. El crédito puede reducirse también porque disminuye el deseo de prestar por parte de los oferentes de crédito. La reducción del deseo de prestar puede presentarse si aumenta el riesgo de prestar o su percepción. 

Por el lado de la demanda, la reducción del crédito se explica por: i) el menor ritmo de la actividad económica; ii) la quiebra de un gran número de empresas o personas; y iii) el deseo de las empresas y familias de recomponer su balance. 

El Banco de la República ha contribuido al aumento de la oferta de crédito, al ofrecer condiciones estables que favorezcan el menor costo de los instrumentos financieros. Dentro de este contexto, el Banco ha otorgado amplia liquidez a la economía para que los intermediarios cuenten con un nivel de recursos y de tasas de interés adecuados que les facilite la oferta de recursos a las empresas y familias que los demanden. Así, el Banco disminuyó sistemáticamente la tasa de interés a la cual otorga liquidez y redujo y remuneró los requisitos de encaje, haciendo más atractiva la intermediación financiera y la asignación de crédito por parte del sistema financiero, todo lo anterior dentro del marco de una política de estabilidad de precios. 

La política de estabilización del Banco de la República propendió por un descenso en los niveles y volatilidad de la inflación que ha disminuido los costos de los instrumentos financieros. El menor nivel de inflación ha estado acompañado con un menor nivel de las tasas de interés activas reales, lo que ha favorecido el comportamiento del crédito. Durante los últimos años, el Banco de la República ha inyectado grandes cantidades de liquidez, lo que se refleja en crecimientos reales de la base monetaria que superan ampliamente el nivel de crecimiento real de la economía en el largo plazo. 

Entre 1999 y 2002, las tasas de interés de intervención del Banco de la República fueron reducidas en 24 oportunidades y cayeron en 2075 puntos básicos. Este comportamiento de las tasas de interés del Banco de la República, en un marco de disminución de la inflación, sirvió para que el sistema financiero pudiera ofrecer sus recursos a unas mejores tasas de interés incentivando el comportamiento del crédito.

Desde el segundo semestre del año pasado se viene observando una recuperación del crédito, el cual alcanza en abril de 2003 una tasa de crecimiento de 10,8%. Por tipo de crédito, se destaca el acelerado crecimiento que ha observado la cartera de consumo 17,2% (la cual incluye microcrédito, cuya tasa de crecimiento es superior a 200%), seguida por el crecimiento de la cartera comercial 4,3%, mientras que el proceso de desaceleración del crédito hipotecario parece haberse detenido. 

En la medida que el proceso de recuperación económica se consolide en el mediano plazo, el mayor dinamismo del crecimiento económico, y el aumento en la confianza, irán de la mano con una mayor demanda de crédito. 

3. Causas del crecimiento de la deuda pública y determinantes de su costo 

La evolución de los ingresos y egresos corrientes del Gobierno Nacional Central en los últimos 12 años explican el origen del crecimiento de la deuda pública. Los egresos de la Nación han superado sus ingresos en 11 de esos años y el déficit, como porcentaje del PIB, ha registrado un permanente aumento. Dentro de los pagos, los rubros con mayor crecimiento han sido los gastos de funcionamiento (rubro conformado por transferencias, 70%, servicios personales, 22%, y gastos generales, 8%) y los pagos de intereses. 

El crecimiento de la deuda pública durante los últimos años se explica principalmente por el crecimiento del déficit primario (aquel que no incluye el pago de intereses), ocasionado por los gastos de funcionamiento y principalmente por las transferencias. Así, el costo de los intereses no ha sido el causante principal de la evolución de la deuda pública, si bien es una variable importante en la determinación de su sostenibilidad futura. Así mismo, la percepción que los agentes tengan de la sostenibilidad del déficit afectará el nivel de las tasas de interés que le cobren al Gobierno para su financiación. Por lo tanto, la existencia de un superávit fiscal primario es en extremo importante para mejorar el panorama futuro de las finanzas de la Nación puesto que se verá reflejada en menores tasas de interés en el mercado. Esto genera entonces un círculo virtuoso en el que un menor déficit genera una deuda menos costosa y la posibilidad de adquirir menor deuda en el futuro. 

4. El nivel "adecuado" de las reservas internacionales 

Las reservas internacionales permiten amortizar los choques externos, evitando traumatismos excesivos para la actividad económica y los ingresos de la población, a través del adecuado ajuste del tipo de cambio y la estabilización del aparato productivo al garantizar los pagos de obligaciones externas en el corto plazo. Adicionalmente, el nivel de las reservas adquiere un papel fundamental ya que éstas constituyen la prenda de garantía que asegura que los países sigan atendiendo sus compromisos externos. 

Tradicionalmente, se han destacado dos enfoques distintos para determinar el nivel adecuado de reservas. El primero establece que el nivel adecuado debe determinarse por la necesidad que tenga un país de obtener créditos externos en el futuro. El segundo señala que debe existir un nivel de reservas internacionales que iguale los costos con los beneficios de mantenerlas. Con respecto al primer enfoque, un nivel de referencia que se considera adecuado es que el monto de las reservas internacionales sea suficiente para cubrir las amortizaciones de deuda pública y privada de un año. En la actualidad, el nivel de reservas es ligeramente superior al necesario para cubrir las amortizaciones de la deuda pública y privada que vence en 2003 de US$10.166 millones, lo cual sugiere que el nivel es adecuado. Un menor nivel aumentaría el riesgo país, y encarecería la deuda externa pública y privada. 

Aunque utilizar reservas internacionales para el pago de deuda externa resulta en una mejoría en el tamaño de la deuda sobre el nivel de exportaciones, este efecto positivo es significativamente menor al impacto negativo en el costo de la nueva colocación de deuda, ya que la proporción de Reservas sobre las amortizaciones de deuda pública y privada de un año cae drásticamente, resultando en dificultades de acceso a los mercados internacionales y en un aumento de la tasa de interés a la que se consiguen los nuevos recursos. Esto resulta del papel de prenda de garantía para el acceso a recursos externos que tienen las Reservas Internacionales, elemento esencial en todas las economías emergentes y, en especial, en aquellas con bajo nivel de ahorro interno como la colombiana. 

5. Evolución de la nómina y gastos corporativos del Banco de la República 

Como consecuencia de las modificaciones a las funciones del Banco introducidas en la Constitución de 1991, la estructura organizacional de la institución tuvo un cambio sustancial. El Banco de la República ha venido realizando importantes esfuerzos para ajustar su estructura a sus actuales funciones, y ha logrado importantes aumentos en productividad mediante la modernización y búsqueda de mayor eficiencia en sus procesos. En efecto, la nómina de personal del Banco se ha reducido en 52% entre diciembre de 1990 y marzo de 2003, al pasar de 5.212 trabajadores en diciembre de 1990 a 2.522 en marzo del presente año; esto es, una reducción en términos absolutos de 2.690 empleados. 

En los últimos años, se han presentado ajustes continuos en la nómina, en respuesta a los procesos más modernos y eficientes que el Banco ha venido implementando para el cabal cumplimiento de sus labores. Además, es importante anotar que esta reducción en la nómina del Banco se ha venido llevando a cabo a través de programas de no cubrimiento de vacantes y de planes de retiro. 

Todo este proceso ha llevado a una reducción del total de gastos corporativos del Banco, entre 1998 y 2002 de 21,9% en términos reales, al tiempo que ha multiplicado y hecho más eficientes sus servicios bancarios mediante la utilización de tecnología de vanguardia. Se destaca que los gastos de personal se redujeron en 5,4% en términos reales en los últimos cinco años. 

El Senador Camilo Sánchez critica los altos gastos del Banco y los compara con el presupuesto del Ministerio de Agricultura ($263.931 millones). En lo que no repara es en el hecho que el Banco de la República es una empresa cuya prestación de servicios y cumplimiento de funciones asignadas se realiza a través de cuatro actividades perfectamente identificables, y con fines y propósitos propios: el área de estudios económicos, la actividad de servicios bancarios, la actividad industrial y la actividad cultural. Como consecuencia de los grandes esfuerzos para ajustar su estructura a sus actuales funciones, el Banco ha logrado importantes aumentos en productividad mediante la modernización y búsqueda de mayor eficiencia en sus procesos, lo que ha llevado a una considerable reducción tanto en su nómina como en sus gastos corporativos. Este proceso de ajuste es uno de los factores que ha hecho posible que las utilidades del Banco hayan ascendido a $1,5 billones en 2002, las cuales, al entregarse al Gobierno, financian una suma 6 veces superior al presupuesto del Ministerio de Agricultura. 

El Banco de la República asume unos costos como consecuencia del manejo de la imprenta de billetes y la fábrica de moneda, así como de la distribución del efectivo a todo el país. Adicionalmente, el Banco administra toda la deuda pública del país, las reservas internacionales, y es banquero del sector financiero. Asimismo, y de acuerdo con la ley, desarrolla una actividad cultural importante. 

Las siguientes son algunas de las operaciones del Banco: 

1. Como administrador de la deuda pública, en 2002 el DCV transó 693.444 operaciones. Adicionalmente, el servicio electrónico de negociación SEN, registró más de 87.000 cierres en el año 2002, en los cuales se transaron más de $155.4 billones de pesos.

2. El sistema de cuentas de depósito administra 637 cuentas en moneda nacional y extranjera para el cierre de 2002, el cual permitió realizar 76.606 transferencias en promedio al mes, transando $185.867 miles de millones en promedio al mes.

3. Manejó la compensación bancaria de 80.4 millones de cheques al año. 

- La compensación electrónica nacional interbancaria (CENIT) realiza 30.245 transferencias interbancarias mensuales. 

4. Ejecutó operaciones en divisas por US$6.035 millones en 2002.

5. Registra la deuda interna y externa, pública y privada.

6. Producirá en 2003 721 millones de billetes y 60 millones de monedas.

7. La actividad cultural beneficia el equivalente a la cuarta parte de la población colombiana, así:

- Bibliotecas 8,5 millones de personas 

- Museo del oro 939 mil personas 

- Artes plásticas 586 mil personas 

- Música 257 mil personas 

- Programas independientes 94 mil personas

Bogotá,.