Minutas de la reunión de la JDBR del 28 de enero de 2013

El 28 de Enero de 2013 se llevó a cabo en la ciudad de Bogotá D.C. la reunión ordinaria de la Junta Directiva del Banco de la República con la presencia del Ministro de Hacienda y Crédito Público, Mauricio Cárdenas Santamaría, el Gerente General, José Darío Uribe Escobar y los directores de dedicación exclusiva, Fernando Tenjo Galarza, Carlos Gustavo Cano Sanz, Juan José Echavarría Soto, Juan Pablo Zárate Perdomo y César Vallejo Mejía, en la cual se discuten las situaciones inflacionaria y de crecimiento económico y sus perspectivas, y se toman decisiones relacionadas con la política monetaria.

1. ANTECEDENTES

a. Desarrollos recientes de la inflación

En diciembre la inflación anual al consumidor cayó de manera significativa y mucho más que lo esperado por el mercado y por el equipo técnico. El resultado al último mes del año fue 2,43%, 34 puntos base (pb) menos que el registro de noviembre, mes en el que también se había observado un descenso importante. De esta forma, la inflación al consumidor se situó por debajo de la meta de 2012 y de largo plazo (3%) pero dentro del rango de 2% a 4%. Como ha ocurrido a lo largo del año, la desaceleración de la inflación volvió a explicarse por el menor ritmo de aumento del IPC de alimentos y del de regulados.

En el IPC de alimentos, la variación anual de diciembre (2,52%) mostró una caída de consideración (49 pb) que se suma a la del mes anterior y a la de otros meses a lo largo del año. En el último mes se acentuó la caída de los precios de un gran número de alimentos no procesados, pero también se siguieron observando ajustes muy moderados o incluso negativos en los precios de varios productos procesados o semi-procesados. En el caso de los alimentos no procesados, las caídas en los precios pueden ser explicadas por las condiciones de oferta aceptables y los menores costos de insumos. Para el caso de los alimentos procesados, el comportamiento bajista en los precios puede ser atribuido a la caída en los precios internacionales del maíz y otros cereales, de las oleaginosas, de los aceites y del café entre otros, a la apreciación del peso y a una oferta importada importante. Por otra parte, la variación anual de las comidas fuera del hogar también descendió nuevamente, aunque de forma leve, situándose en 4,9%.

Dentro del IPC sin alimentos, la subcanasta de regulados presentó una variación anual de 1,9%, (88 pb menos que el dato de noviembre) siendo el registro más bajo desde finales de 2008. Este rubro ha presentado una variación anual en descenso a partir del cuarto trimestre de 2010 pero que se ha acentuado en los últimos dos meses. En diciembre se presentaron disminuciones en la variación anual de todos los rubros. La más fuerte se dio en el de servicios públicos y estuvo liderado por el IPC de energía eléctrica que mostró variaciones anuales y mensuales negativas. En este caso, la disminución de los riesgos del fenómeno de El Niño junto con la caída en la inflación al productor, que hace parte de las fórmulas de regulación, habrían contribuido a este comportamiento. La disminución en la variación del IPC de combustibles también fue importante (al cierre del año se situó en solo 1,3%) y se relaciona con las rebajas en el precio de la gasolina. 

Los otros dos componentes del IPC sin alimentos – transables y no transables – también presentaron reducciones en los cambios anuales en el último mes. En el primer caso, la variación anual se situó en 0,77% lo que significó una disminución de 17 pb frente a lo observado en noviembre. Desde junio de 2012, la variación anual de esta canasta había estado alrededor de 1%. Este resultado puede estar en parte asociado a la apreciación del tipo de cambio. 

Para el IPC de no transables, sin alimentos ni regulados, la variación anual de diciembre fue de 3,92%, 5 pb menos que el registro de noviembre. Este resultado puede ser atribuido a la demanda agregada que ha presentado una desaceleración desde mediados del año que podría haber contenido ajustes de precios más pronunciados. El rubro de arriendos, que ha exhibido una tendencia creciente desde hace dos años, presentó un leve descenso en esta oportunidad (5 pb) y se situó en 3,9%. 

La inflación básica también presentó una caída significativa en su variación anual en diciembre. El promedio de los cuatro indicadores monitoreados por el Banco se situó en  2,80%, 16 pb menos que el dato de noviembre. 

La variación anual del IPP se mantuvo en terreno negativo y siguió disminuyendo, situándose en     -2,9% en diciembre. Los descensos fueron marcados tanto en el IPP importado como en el IPP de producidos y consumidos y en ambas canastas las variaciones anuales se situaron en terreno negativo (-4,8% y -2,6% respectivamente). La apreciación anual, la estabilidad o descenso en los precios internacionales y unas buenas condiciones de oferta agropecuaria explican este comportamiento.

En lo que respecta a las expectativas de inflación, estas continuaron descendiendo en diciembre y a comienzos de enero. La encuesta mensual más reciente del Banco indica que los analistas del mercado financiero esperan una inflación a doce meses de 2,9% (frente a 3,1% hace un mes). En el caso de la encuesta trimestral a empresarios, la inflación esperada a doce meses es de 3,1% (antes era 3,4%), mientras que las estimaciones derivadas de los TES muestran una inflación esperada cercana al 2,6% para horizontes de 2, 3 y 5 años.

b. Crecimiento

La información disponible para el cuarto trimestre sugiere que el crecimiento anual del producto se aceleraría un poco en este periodo frente al trimestre anterior, pero a una tasa menor que la del primer semestre de 2012.

Para el caso del consumo privado, las últimas cifras del comercio al por menor (con y sin vehículos), la desaceleración del crecimiento anual de la cartera de consumo (18,4% en promedio para el cuarto trimestre vs. 20,5%  promedio para el tercero) y la estabilidad en el indicador de confianza del consumidor reportado por Fedesarrollo, apuntan a que este rubro crecería en el cuarto trimestre a una tasa menor que la observada en los primeros tres trimestres. 

En la inversión, la incertidumbre sobre el comportamiento del rubro es elevada, especialmente la del gasto en obras civiles, en construcción y en edificaciones. En otros componentes de este gasto como la inversión en equipo de transporte, el aumento en noviembre de las importaciones CIF de bienes de capital en equipo de transporte (4,6% anual) indicaría una posible mejoría frente a lo observado en el tercer trimestre del año. Cabe destacar igualmente el crecimiento en noviembre de las importaciones de bienes de capital para la agricultura (20,5% anual) y las de materiales de construcción (19%).

Respecto a las exportaciones, las totales en dólares cayeron 7,7% en noviembre frente a las del mismo mes de 2011 (-8,2% si se incluyen las re-exportaciones de aviones). El comportamiento en el mes de noviembre se debe a la caída conjunta de las exportaciones de bienes mineros (-11,9%) y agrícolas (-18,9%). Dentro de estos grupos se destacan las disminuciones en las exportaciones de petróleo y derivados (-13,8%), carbón (-12,4%) y café (-42%). El grupo de exportaciones industriales y otros, registró una variación anual positiva de 12,7% en noviembre de 2012, destacándose los aumentos en las exportaciones de vehículos (246%), productos químicos (5,2%) y maquinaria y equipos eléctricos (43%). 

Por el lado de la oferta, los indicadores disponibles para la industria muestran un deterioro del sector. La variación anual del IPI sin trilla de café para el mes de noviembre fue de -4,0%. El componente tendencial del indicador tiene una pendiente negativa desde mayo de 2012. Adicionalmente, de acuerdo con Fedesarrollo, la confianza industrial continuó deteriorándose en noviembre. El indicador de pedidos no registró caídas adicionales, mientras que el indicador de existencias (contra-cíclico a la producción) reportó un leve aumento. Sin embargo, esto no afectó las tendencias negativas de ambos. Algo similar ocurrió con las expectativas de la producción a tres meses. En línea con lo anterior, la demanda de energía no regulada industrial, la cual tiene una alta correlación con el IPI, se contrajo en diciembre a una tasa anual de 0,8%. Cabe señalar que este efecto también podría obedecer a un menor número de días hábiles respecto al mismo mes del año anterior.

En contraste, en el caso del comercio, de acuerdo con la encuesta de Fedesarrollo para noviembre, la situación económica de los comerciantes muestra un repunte en los últimos meses. De igual manera, las expectativas a 6 meses sugieren mejorías para los próximos meses. Algo similar se desprende  de la encuesta de Fenalco para las ventas actuales. 

Algunas cifras asociadas con la minería, en particular con el petróleo, registraron mejoría en el último trimestre de 2012. De acuerdo con la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), la producción de petróleo en diciembre se ubicó en 984 mil barriles diarios. Así durante el cuarto trimestre, se produjeron 972 MBD en promedio, cifra superior a lo observada en los tres meses anteriores (934 MBD). Esto último se explica por el mejoramiento en las condiciones de transporte y la estabilización de la producción de los diferentes campos, lo que se sumó a menores problemas de orden público que habían afectado la producción entre el segundo y el tercer trimestre.

Todo lo anterior permite fijar un rango de pronóstico de crecimiento anual del PIB para el cuarto trimestre entre 2,0% y 3,5%. Esto contempla una recuperación parcial de la inversión, y un comportamiento de los consumos público y privado que se expandirían a tasas cercanas a sus promedios históricos. Las exportaciones e importaciones crecerían a tasas levemente inferiores a las registradas en el tercer trimestre de 2012. Por el lado de la oferta, los sectores más dinámicos en el cuarto trimestre habrían sido transporte, servicios sociales, comunales y personales y por último, minería. Por el contrario, los sectores que restarían al crecimiento serían la construcción y la industria. Cabe señalar que la incertidumbre sobre el desempeño de la inversión en obras civiles aumentó considerablemente, aunque sin un sesgo definido, dada la alta volatilidad que la serie ha mostrado en los últimos trimestres. Esto explica por qué el rango de pronóstico es amplio.

Así, para todo el año 2012 se estima un rango de pronóstico de crecimiento anual del PIB entre 3,3% y 3,9%. 

Para 2013, el equipo técnico proyecta un rango de crecimiento económico entre 2,5% y 4,5%. La mayor incertidumbre sobre este pronóstico se origina en la persistencia que pueda tener el choque negativo observado en la inversión en obras civiles y edificaciones. Se espera que algunos de los factores que han frenado este gasto se reviertan, impulsando por esta vía la demanda interna. Las condiciones que soportan el dinamismo observado del consumo y de la inversión en maquinaria y equipo se mantendrían en 2013. Entre ellas, los niveles estables de empleo y de confianza del consumidor y la reducción acumulada de las tasas de interés de política. Estas últimas se están transmitiendo a las tasas de interés de los préstamos, junto a un crédito que se ha desacelerado pero que sigue creciendo a buen ritmo. Todo ello en un contexto internacional de amplia liquidez y de bajas tasas de interés.

c. Variables Financieras

En diciembre, el crédito bancario (M/N y M/E) creció a una tasa anual de 15,19%, menor en 6 pb a la observada en noviembre. Frente a septiembre la disminución fue de 58 pb y frente a junio de 231 pb.

Por destinos, la cartera comercial repuntó, con un crecimiento anual a diciembre de 13,8%, mayor en 46 pb que la tasa observada en el mes anterior (13,3%). Esta dinámica se explicó por los créditos otorgados en moneda extranjera, cuya tasa de crecimiento anual entre noviembre y diciembre pasó de 5,8% a 14,5%, consolidando la recuperación iniciada en julio. Por su parte, el componente en moneda nacional continuó desacelerándose, disminuyendo a 13,7% en diciembre frente a 14,3% del mes anterior. En lo referente al crédito de consumo, este registró en el último mes una tasa de crecimiento anual de 17,8%, lo que significó una reducción de 112 pb frente al registro de noviembre. La cartera hipotecaria se desaceleró levemente, con una variación anual de 15,2% en diciembre frente a 15,4% en el mes anterior.

Las tasas de interés nominales de los créditos en todas las modalidades marcan una tendencia decreciente frente a sus niveles de finales de julio, cuando se comenzó a bajar la tasa de interés de política. Sin embargo, el efecto en las tasas las reales (descontando el IPC sin alimentos)  ha sido menor pues la inflación también ha disminuido. En este contexto, la tasa interés real para los desembolsos de diciembre de los créditos de consumo fue de 15,5%, para los hipotecarios de 10,2% y para el comercial ordinario de 9,1%. Estas tasas son menores a sus promedios históricos calculados desde 2000. De otra parte, la tasa de interés real para los créditos comercial preferencial fue de 6,0%, para los créditos otorgados con tarjeta y para la modalidad de tesorería se ubicaron en 27,4%, y 5,8%, tasas mayores a sus promedios calculados desde 2000.

d. Contexto Externo

En la zona del Euro, las medidas adoptadas por las autoridades económicas en los últimos meses han dado tranquilidad a los mercados financieros. Esto ha permitido una reversión de las salidas de capitales desde los países de la periferia de la región que se había iniciado en el primer semestre de 2012. De esta manera, las tensiones en los mercados de deuda pública de España e Italia han disminuido considerablemente. Así, la probabilidad de una fuerte crisis financiera que causaría una profundización de la recesión en la zona del euro ha disminuido considerablemente. No obstante, esta mejora en las condiciones financieras aún no se ha transmitido al sector real por lo cual la mayoría de los analistas esperan que la recesión en la región se prolongue por lo menos durante la primera mitad de 2013.En efecto, la información más reciente para la Zona Euro muestra que la producción industrial, las ventas al por menor y el crédito al sector privado se contrajeron en noviembre, al tiempo que la confianza de los empresarios y de los consumidores permanecía deprimida. En diciembre la tasa de desempleo se mantuvo en máximos históricos en algunas economías de la periferia. Adicionalmente la débil situación de la región siguió afectando a países como Alemania y Francia, economías que experimentaron un retroceso en su producción industrial en los últimos meses de 2012. 

Para los Estados Unidos, los indicadores de actividad real para el cuarto trimestre evidencian que la economía se habría expandido a un ritmo moderado en este periodo. Con cifras a diciembre, las ventas al por menor y la producción industrial continuaron creciendo tanto en términos anuales como mensuales; mientras que el mercado de vivienda siguió recuperándose, aunque todavía desde un nivel muy bajo. Análogamente, el comportamiento del sector externo continuó deprimido, evidenciando la mayor transmisión de la débil demanda global. Además, los niveles de confianza de los consumidores han seguido afectados por la incertidumbre fiscal. En relación con las negociaciones sobre el tema fiscal, el acuerdo parcial al que llegó el Congreso de los Estados Unidos evitó por algunos meses el llamado “abismo fiscal”. Sin embargo, las decisiones sobre recortes de gasto en seguridad social y defensa, al igual que la definición de algunas partidas federales, se postergaron para marzo, por lo que la incertidumbre fiscal seguiría afectando la confianza durante los primeros meses de 2013. Para el presente año se espera que la economía americana crezca a un ritmo moderado algo menor que lo estimado para 2012. 

En China, el crecimiento económico se aceleró en el cuarto trimestre creciendo 7,9% anual (anterior 7,4%). Este hecho estaría dinamizando el crecimiento de otros países emergentes de la región. Si bien las cifras a diciembre evidenciaron un crecimiento mayor en las exportaciones, la industria y las ventas al por menor, el principal motor de la economía ha sido la inversión en activos fijos. Para el 2013 se espera que esta economía presente un crecimiento similar al observado en 2012. 

Para las economías de América Latina, la información disponible para el cuarto trimestre evidencia que Chile y Perú habrían crecido alrededor de su potencial, mientras que la economía mexicana ha empezado a desacelerarse, aunque su tasa de crecimiento continúa en niveles favorables. Por su parte en Brasil, la actividad real ha seguido recuperándose en respuesta a las medidas de estímulo implementadas recientemente. Las perspectivas para el año que comienza son de un crecimiento nuevamente favorable y cercano al potencial en Perú y Chile, una aceleración en Brasil aunque a tasas moderadas y una desaceleración en Venezuela.

En lo que respecta a los precios del petróleo, las cotizaciones para la referencia Brent se comportaron en el cuarto trimestre de acuerdo con lo esperado en el Informe sobre Inflación de septiembre. Por otra parte, aunque las cotizaciones del carbón, níquel y café se contrajeron en 2012, en los últimos meses del año mostraron un leve incremento. En cuanto a los precios de los alimentos, éstos presentaron una tendencia decreciente en los últimos meses de 2012, dada la normalización de los fenómenos climáticos que afectaron las cotizaciones a mediados de año. 

La moderación en los precios internacionales de los alimentos y la estabilidad en las cotizaciones del crudo ayudaron a mantener la inflación baja en las principales economías desarrolladas. Lo anterior, sumado al débil dinamismo en estos países, permitió seguir con una política monetaria de estímulo, apoyada en bajas tasas de interés y amplias inyecciones de liquidez. 

En el caso de la mayoría de economías de América Latina, la inflación presentó una tendencia decreciente en los últimos meses de 2012, la cual estaría explicada por los menores precios de los alimentos y por la apreciación generalizada de las monedas de la región.

En resumen, el crecimiento económico promedio de los socios comerciales de Colombia en 2012 ha estado en línea con lo esperado. Para 2013, las medidas adoptadas por las autoridades europeas y las mejoras en las condiciones financieras han reducido la probabilidad de que se presente una fuerte recesión en la zona del euro. En Estados Unidos, la última información sugiere que su economía podría crecer a un ritmo algo menor que lo estimado para 2012. El crecimiento de China se mantendría cerca del 8%. Con todo ello, se espera que en el presente año la demanda externa siga débil y se expanda a una tasa similar a la de 2012. Adicionalmente se espera que las condiciones de amplia liquidez y de bajas tasas de interés continúen.

La tendencia creciente que llevaban los términos de intercambio hasta 2011 se interrumpió en 2012, año en el cual se mantuvieron estables. En las condiciones de debilidad de la economía mundial, los términos de intercambio en 2013 podrían ser algo menores al promedio observado en 2012.

2. DISCUSIÓN Y OPCIONES DE POLÍTICA

A efectos de la discusión la Junta Directiva consideró los siguientes elementos:

(i) En el contexto externo, el crecimiento económico promedio de los socios comerciales de Colombia en 2012 ha estado en línea con lo esperado. Para 2013, las medidas adoptadas por las autoridades europeas y las mejoras en las condiciones financieras han reducido la probabilidad de que se presente una fuerte recesión en la zona del euro. En Estados Unidos, la última información sugiere que su economía podría crecer a un ritmo algo menor que lo estimado para 2012. El crecimiento de China se mantiene cerca del 8%. Con todo ello, se espera que en el presente año la demanda externa siga débil y se expanda a una tasa similar a la de 2012. 

(ii) La tendencia creciente que llevaban los términos de intercambio hasta 2011 se interrumpió en 2012, año en el cual se mantuvieron estables. En las condiciones de debilidad de la economía mundial, los términos de intercambio en 2013 podrían ser algo menores al promedio observado en 2012. 

(iii) Para el cuarto trimestre de 2012 la nueva información de crédito de consumo, de comercio al por menor y de confianza  del consumidor sugiere que el gasto de los hogares crecería a una tasa algo menor que la observada en el tercer trimestre. La incertidumbre sobre el comportamiento de la inversión es elevada, especialmente la del gasto en obras civiles, en construcción y en edificaciones. Las cifras de exportaciones en dólares muestran una desaceleración mayor que  la de las importaciones. 

(iv) Por el lado de la oferta, en noviembre se presentó una caída anual en el indicador de producción industrial y las  expectativas en el sector volvieron a deteriorarse. Las ventas de comercio al por menor, con y sin vehículos, crecieron a buen ritmo. 

(v) Para 2013, el equipo técnico proyecta un rango de crecimiento económico entre 2,5% y 4,5%, con 4% como cifra más probable. La mayor incertidumbre sobre este pronóstico se origina en la persistencia que pueda tener el choque negativo observado en la inversión en obras civiles y edificaciones. Se espera que algunos de los factores que han frenado este gasto se reviertan, impulsando por esta vía la demanda interna. Las condiciones que soportan el dinamismo observado del consumo y de la inversión en maquinaria y equipo se mantendrían en 2013. Entre ellas, los niveles estables de empleo y confianza del consumidor y la reducción acumulada de las tasas de interés de política. Estas últimas se están transmitiendo a las tasas de interés de los préstamos, junto a un crédito que se ha desacelerado pero que sigue creciendo a buen ritmo. Todo ello en un contexto internacional de amplia liquidez y de bajas tasas de interés.  

(vi) En diciembre la inflación anual al consumidor (2,4%) descendió más que lo esperado por el mercado y por el equipo técnico del Banco. Como ha ocurrido a lo largo del año, la desaceleración de la inflación volvió a explicarse por el menor ritmo de aumento del IPC de regulados y de alimentos. Tanto el promedio de las inflaciones básicas, como las expectativas de inflación volvieron a reducirse y se encuentran por debajo de la meta de largo plazo (3%). 

(vii) En resumen, la economía colombiana crece por debajo de su potencial, la inflación observada y proyectada se sitúan por debajo de la meta del 3%, y no se vislumbran presiones alcistas sobre la misma en el futuro cercano. En estas circunstancias, la evaluación del balance de riesgos indica la conveniencia de reducir la tasa de interés de intervención a 4%. Las acciones de política monetaria están encaminadas a que en 2013 el producto se sitúe cerca de la capacidad productiva de la economía, sin poner en riesgo la meta de inflación ni la estabilidad macroeconómica del país.

La mayoría de los miembros de la Junta consideró apropiado reducir la tasa de interés de intervención en 25 pb teniendo en cuenta principalmente que:

(i) Las proyecciones y expectativas de inflación se sitúan por debajo de la meta de largo plazo de 3% al igual que la inflación total y el promedio de inflación básica. 

(ii) el debilitamiento del crecimiento económico y las menores proyecciones de crecimiento este año. 

(iii) La desaceleración significativa y no esperada en la demanda interna explicada principalmente por un choque negativo a la inversión. La duración de este choque es incierta y depende en gran medida del comportamiento del gasto público y de la  inversión del sector minero en 2013. 

(iv) El consumo privado crece a un ritmo cercano a su promedio histórico y es factible que en el presente año muestre alguna moderación pero no significativa. Bajo las condiciones anteriores se considera acotado el riesgo de que una reducción de la tasa de interés de intervención de esta magnitud exacerbe los riesgos de desbalances financieros y comprometa el crecimiento del empleo y el producto. 

Además estimaron que si bien se necesita una política monetaria más expansionista, la incertidumbre acerca de la evolución futura de la demanda interna y las posibilidades de exacerbar desequilibrios previos acumulados por la economía, sobretodo en un ambiente de amplia liquidez internacional, sugieren la conveniencia de ser prudente en las medidas de política. 

Un miembro del grupo mayoritario resaltó que, además de los problemas que han afectado al sector de la construcción en el tercer trimestre de 2012, el débil crecimiento de la demanda agregada registrado desde el segundo trimestre de 2012 ha repercutido en una disminución del crecimiento de varios sectores en la economía, por lo que actualmente se presentan excesos de capacidad instalada. Sin embargo, el ambiente de abundante liquidez internacional y las informaciones recientes de la oferta de bienes no transables permiten prever que la demanda interna podría incrementar su dinamismo hacia finales de 2013.

Otros miembros consideraron apropiado una reducción de 50 puntos básicos de la tasa de intervención del Banco, como quiera que, de acuerdo con la información disponible, se confirma que al inicio de 2013 todo indica que en Europa la recesión se estaría prolongando aún más. En Estados Unidos la recuperación no sale de su ritmo mediocre. En la región se destaca el buen desempeño de Chile y Perú. Brasil rompiendo la tendencia hacia la desaceleración. Y Venezuela, el mercado más importante para nuestras exportaciones industriales, seguramente experimentará una gran devaluación este año por sus desequilibrios fiscales y cambiarios, y una caída del crecimiento del 5,5% en 2012 al 2,5% el 2013. En Colombia, con una tasa real de cambio promedio para 2012 en un 8% por debajo de la de equilibrio, el dinamismo de las exportaciones se desploma. En efecto, entre enero y noviembre con relación a igual período de 2011 sólo crecieron 6%, en contraste con 43% entre 2010 y 2011. Las de minería y petróleo en el mismo lapso pasaron del 56% en 2011 a apenas 8% en 2012; las agrícolas del 26% a una caída del 14%; y las industriales del 15% al 7%. Para la industria los problemas relativos al debilitamiento de la demanda interna pesan cada vez más. La tasa de desempleo ha dejado de reducirse, debido a que el empleo total aumenta cada vez menos, al punto de que la NAIRU en 2013 se mantendrá por debajo de aquella. En la industria el empleo empezó a caer por primera vez en dos años. Es en el mercado interno donde la industria está perdiendo más espacio frente a las importaciones de bienes de consumo, lo cual es coherente con el crecimiento del comercio en contraste con la contracción de la industria. El pronóstico de crecimiento para este año del equipo técnico apunta a un rango entre 2,5% y 4,5%, siendo la cifra más probable 4%, pero con un balance de riesgos que se inclina hacia la baja. Lo que indica que tanto el crecimiento alcanzado en 2012 (cerca de 3,6%) como el proyectado para 2013 se hallan por debajo del potencial. O sea unas brechas tanto del producto como laboral en terreno crecientemente negativo. 

En suma, desde el año anterior resulta evidente el debilitamiento de la demanda interna, aparejado con la continuada fragilidad del contexto externo. Adicionalmente, la inflación se ubicó en diciembre en 56 puntos básicos por debajo del punto medio del rango meta, el promedio de las básicas en 2,8%, y sin alimentos en 2,4%. Y todas las expectativas de inflación igualmente por debajo de la meta. En concordancia con el esquema de Inflación Objetivo, la política monetaria debe provocar el retorno de la inflación a la meta del 3%. En consecuencia, propusieron reducir la tasa de interés de intervención del Banco en 50 puntos básicos. Desde el ángulo monetario, es lo que se debe hacer a fin de permitir que el PIB pueda volver a acercarse a su potencial al final de 2013 y en 2014 sin poner en riesgo el cumplimiento de la meta de inflación. 

3. DECISIÓN DE POLÍTICA

De acuerdo con la evaluación del actual balance de riesgos, la Junta Directiva acordó reducir la tasa de interés de intervención en 25 pb.  

La Junta reitera que el Banco de la República cuenta con las herramientas y recursos suficientes para atender las necesidades de liquidez en moneda local y extranjera que regularmente requiere la economía y aquellas que pudieran aparecer en un ambiente de turbulencia financiera internacional.

La Junta seguirá haciendo un cuidadoso monitoreo del comportamiento y proyecciones de la actividad económica e inflación en el país, de los mercados de activos y la situación internacional. Finalmente, reitera que la política monetaria dependerá de la nueva información disponible.