Revista Ensayos sobre Política Económica (ESPE) - Productividad total de los factores y eficiencia en el uso de los recursos productivos en Colombia

Tenga en cuenta

Cuando nos lea, tenga siempre presente que el contenido de nuestros artículos, así como los análisis y conclusiones que de ellos se derivan, son exclusiva responsabilidad de sus autores. El material divulgado en nuestra revista ESPE no compromete ni representa la opinión del Banco de la República ni la de su Junta Directiva.

Autor o Editor
Franz Hamann
Fernando Arias-Rodríguez
Jesus Bejarano
Margarita Gafaro
Juan C. Mendez-Vizcaino
Andrea Paola Poveda-Olarte

En la revista Ensayos sobre Política Económica (ESPE) divulgamos los resultados y las propuestas de política que surgen de investigaciones académicas realizadas en el Banco de la República. Para nosotros es importante que ustedes puedan acceder a los resultados de investigaciones sobre la economía colombiana o temas de importancia para ella, con énfasis en evaluaciones empíricas y/o de relevancia para la conducción de la política económica.

Cuando nos lea, tenga siempre presente que el contenido de nuestros artículos, así como los análisis y conclusiones que de ellos se derivan, son exclusiva responsabilidad de sus autores. El material divulgado en nuestra revista ESPE no compromete ni representa la opinión del Banco de la República ni la de su Junta Directiva.

Fecha de publicación

 

Las opiniones, errores u omisiones de los autores son su responsabilidad, por lo que no reflejan las del Banco de la República ni la de su Junta Directiva.

 

Colombia exhibe consistentemente uno de los niveles más bajos de productividad de América Latina en términos relativos frente a los países desarrollados. Entre 1951 y 2015 la productividad total de los factores de Colombia es, en promedio, apenas un poco más de la mitad que la de los Estados Unidos. Esta inmensa brecha en el nivel de productividad se traduce en una gran diferencia de ingreso. ¿Qué factores pueden estar detrás de esta brecha? ¿Por qué a lo largo de seis décadas esta brecha de productividad parece no cambiar?

 

Recientemente la academia ha hecho énfasis en el rol de las políticas públicas y de las instituciones en la explicación de las grandes diferencias de productividad e ingreso entre los países. Ellas, al distorsionar los precios relativos de la economía pueden ocasionar diferencias grandes de productividad. Dado que los precios relativos actúan como señales y estímulos para los agentes económicos, estas políticas e instituciones pueden causar distorsiones significativas en la asignación de los recursos al interior de una economía. Algunos ejemplos concretos de la clase de distorsiones son: ausencia de cumplimiento de la ley, costos para crear y cerrar un negocio formal, impuestos a las firmas más productivas y exenciones o subsidios a las improductivas, barreras a la competencia, fricciones en los mercados, derechos monopólicos sobre alguna clase de actividad económica, típicamente asignados para favorecer intereses particulares, entre otros.

 

Dentro de esta lista de distorsiones al funcionamiento de la economía existen al menos dos clases. Una que afecta a todas las unidades productivas de forma más o menos homogénea, como por ejemplo la criminalidad, y otra clase de distorsiones que recaen más sobre cierto tipo de unidades productivas, por ejemplo, la regulación tributaria.  Nuestro trabajo avanza en cuantificar la importancia relativa de las dos clases de distorsiones.

 

Para este propósito empleamos diversas fuentes de información tanto a nivel urbano como rural y recurrimos a las teorías económicas más recientes. Empleamos información estadística de las firmas en las ciudades y de las fincas en el campo. A nivel urbano, empleamos la información de establecimientos contenida en las Encuestas Manufacturera, de Comercio, de Servicios y de Microestablecimientos para el período comprendido entre 2010 y 2016.

 

A nivel rural, empleamos el Censo Nacional Agropecuario, el cual recopila una gran variedad de información a nivel de las fincas (unidades de producción agropecuarias). Una vez recolectada la información urbana y rural, empleamos dos modelos teóricos que nos permiten crear dos economías artificiales que comparten ciertas características de la economía colombiana, para poder realizar los cálculos de la productividad y cuantificar las diferencias.

 

 

 

Hallazgos

 

Nuestro principal hallazgo es que, en el caso del sector no-agrícola, el efecto de políticas e instituciones - que distorsionan las decisiones de las firmas de forma agregada - sobre la PTF es modesto. En el caso de distorsiones individuales, los resultados para los dos casos contemplados son disímiles entre sí: cuando se consideran instituciones que subsidian a las firmas menos productivas en detrimento de las más productivas se obtiene una caída sustancial en la PTF.

 

Cuantitativamente, afectar a las firmas más productivas con una distorsión del orden de 40% en magnitud se traduce en una caída de la PTF del 43% con respecto al caso sin distorsiones. Así, políticas e instituciones que generan distorsiones a las firmas más productivas causan una fuerte caída en la productividad agregada que no se compensa facilitando el accionar de las firmas menos productivas, entendido éste como el incentivo a elevar su nivel de producto. De manera complementaria a este hecho, políticas e instituciones que generan distorsiones a las firmas menos productivas e incentivan a las más productivas para compensar el efecto de dicha distorsión, produce efectos considerablemente menores en términos de pérdida de PTF agregada.

 

En el caso del sector agrícola utilizamos el modelo teórico propuesto por Adamopoulos y Restuccia (2014) para cuantificar la contribución de distintos factores a la brecha de productividad de la mano de obra agrícola entre Colombia y Estados Unidos. Esta brecha se caracteriza por un valor agregado por trabajador agrícola en Estados Unidos que es 12,5 veces mayor al valor agregado por trabajador del sector en Colombia. Nuestros resultados siguieren que las diferencias en las condiciones geográficas y climáticas entre los dos países solo explican una porción despreciable de esta brecha. En contraste, factores comunes a todos los sectores de la economía, como la productividad total de los factores y el acervo total de capital, explican la mitad de la brecha productiva entre los dos países.

 

Asimismo, distorsiones en los precios relativos de los factores, que varían sistemáticamente con los niveles de productividad de los agentes, explican cerca del 90% de la brecha restante. Factores como la violencia, la informalidad en los derechos de propiedad, las políticas de subsidios que favorecen a productores con ciertas características, las fallas en los mercados de tierra y trabajo, entre otros, pueden desencadenar estas distorsiones. Nuestra manera de cuantificar su efecto hace referencia a un factor hipotético que afecta de manera sistemática los agricultores con un mayor potencial productivo. Cuáles son las fuentes específicas de estas distorsiones es una pregunta que queda abierta para futuras investigaciones.   

 

En nuestra opinión, hemos dado un paso importante mostrando que es muy probable que no sean políticas e instituciones que afectan a las firmas de forma agregada. También, que es probable que sean aquellas políticas e instituciones que van en contra de los más productivos. Adicionalmente, mostramos que es improbable que sean distorsiones asociadas al impuesto a la renta. Aunque parciales, nuestras respuestas subrayan la importancia de una agenda de investigación rigurosa y detallada que trate de explicar el por qué nuestra economía es tan improductiva.