El auge de las exportaciones a Venezuela entre 2007 y 2009 y la capacidad exportadora de las firmas industriales

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Reportes del Emisor es una publicación del Departamento de Comunicación y Educación Económica del Banco de la República. Las opiniones expresadas en los artículos son las de sus autores y no necesariamente reflejan el parecer y la política del Banco o de su Junta Directiva.

Autor o Editor
Alejandra González
Juan Esteban Carranza

Desde el año 2014 bastantes monedas se han devaluado frente al dólar de los Estados Unidos; sin embargo, la del peso colombiano ha sido superior a la de casi todos sus socios comerciales, lo que implica que la producción nacional de bienes se ha abaratado frente a su competencia internacional, aun en los sectores que dependen de la importación de insumos. Aparte del aumento de la demanda que enfrentan las firmas por parte de los consumidores nacionales, quienes sustituyen sus compras de bienes importados por bienes nacionales, este aumento de la competitividad de la producción nacional implica un incremento de la demanda de exportaciones.

 

Estos aumentos súbitos de la demanda de exportaciones que enfrentan las firmas no son usuales y, aunque a las firmas les toma tiempo ajustar su oferta, sus efectos van potencialmente más allá del crecimiento inmediato de las ventas. La literatura económica sobre comercio internacional sugiere que los aumentos de las exportaciones tienen efectos adicionales sobre la oferta de exportaciones, pues a medida que las firmas exportan, reducen sus costos de exportación. Estas reducciones en los costos se pueden deber a que los empresarios “aprenden” a exportar, o a que las exportaciones proveen liquidez a firmas con dificultades de financiación, entre otros.

 

Durante 2007 a 2009 la economía colombiana experimentó un aumento inusitado de la demanda de exportaciones por parte de Venezuela. Este auge se concentró en sectores manufactureros distintos a los sectores mineros que alimentaron el grueso del aumento de las exportaciones colombianas al resto del mundo durante esos años. A finales de 2009, y por razones políticas, las exportaciones a Venezuela cayeron 80% y volvieron a niveles similares a los observados antes de 2004.

 

Como se describirá, este aumento de las exportaciones industriales a Venezuela está asociado con incrementos posteriores de las exportaciones industriales a otros destinos. El mecanismo económico que genera esta correlación no es claro, pero los datos sugieren que el auge de exportaciones a Venezuela en efecto favoreció expansiones posteriores de las exportaciones a otros destinos. Esta evidencia sugiere que si las firmas industriales aprovechan el aumento de la demanda de exportaciones por efecto de la reciente devaluación real del peso, los crecimientos de las exportaciones serán persistentes.